La reproducción asistida y sus riesgos

En la actualidad, en los paises desarrollados, entre el uno y el cuatro por ciento de los niños nacen con la ayuda que supone la reproducción asistida. Este porcentaje está aumentando progresivamente motivado por los problemas de fertilidad que se están presentando en la actualidad y que están haciendo que esta técnica consiga dejar a un lado los escrúpulos morales y religiosos y primen los deseos de traer un hijo al mundo, aunque para ello se requiera un poco de ayuda externa.
En cuanto a los riesgos que conlleva esta práctica, existen estudios que afirman que la concepción de hijos mediante reproducción asistida puede acarrear más riesgos añadidos que si se realizara de manera tradicional. Se habla de bajo peso de bebé, de prematuridad e incluso de malformaciones congénitas. Por otro lado, existe otro sector de expertos en el tema que declaran que las probabilidades de que el bebé adquiera un defecto congénito son bajas, por lo que, siempre que se advierta previamente de esa posibilidad, el factor riesgo no sigue siendo en este caso tan relevante como para que se deje de usar este método.
En términos teóricos, los efectos adversos que pudieran surgir pueden ser debidos a las técnicas que se empleen en cada caso, según se emplee la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) o la fecundación in vitro. También se está hablando y cuestionando la posibilidad de que el problema esté en la genética de los padres y no en la propia técnica utilizada, ya que el problema que les ha producido la esterilidad o la propia edad avanzada de los padres pueden influir también en este tipo de alteraciones y convertirse en un factor de riesgo en sí.
En el estudio “Tecnología de reproducción asistida y defectos congénitos estructurales de consideración en EEUU” se analizaron los historiales clínicos de 9.584 niños que habían nacido con algún defecto congénito y 4.792 niños sanos. Los resultados demostraron que ciertas anomalías, como el labio leporino, las alteraciones del septo cardíaco y los defectos del tracto intestinal, eran el doble de frecuentes en los casos en los que se utilizó la reproducción asistida y hasta cuatro veces más para los casos de la atresia esofágica o anorrectal.

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